Mitos y Realidades de la Atención Psicológica
- psicanahialmeida
- 13 dic 2022
- 2 Min. de lectura
1. Mito: ¿Todo sobre mi infancia? Se piensa que la terapia consiste en estar tumbado ante un terapeuta hablando sobre su infancia, pero esto es equivocado. Aunque discutir el pasado puede ser útil en muchas situaciones, la mayoría de las terapias actuales se centran en resolver los problemas en el presente y hacia el futuro.
Realidad: Se trata de herramientas. La terapia proporciona herramientas para resolver problemas y mejorar la calidad de vida, se pueden incluir habilidades de relación personal, manejo de la ira, o técnicas para gestionar pensamientos y actuaciones. No es necesario que se intenten resolver asuntos del pasado para funcionar bien en el presente.
2. Mito: La terapia es para personas enfermas mentales. No es necesario sufrir una enfermedad mental grave para poder beneficiarse de una terapia, y buscar terapia no significa que usted es un enfermo mental. Tampoco es un signo de debilidad. Por el contrario es un signo de uso de los recursos disponibles.
Realidad: La terapia es algo para la vida cotidiana. Actualmente la vida cotidiana significa lidiar con las demandas del trabajo, la familia, la salud y las relaciones sociales. La terapia puede ayudarle a manejar estas demandas Tomar las riendas de las demandas cotidianas le ayudará a funcionar a un nivel superior de experiencia y de disfrute.
3. Mito: La terapia dura toda la vida. Esa idea de estar en terapia durante años es otro cliché del cine y la televisión. Es cierto que algunas personas pueden beneficiarse de una terapia continua, sobre todo aquellas que padecen una enfermedad mental grave de larga duración. Pero muchas cuestiones sobre salud mental y calidad de vida pueden ser abordadas en unas pocas semanas o meses.
Realidad: La terapia puede ser efectiva a corto plazo. Es posible observar cambios significativos en tu vida con solo unas pocas sesiones (entre una y cuatro). Y los beneficios pueden ir más allá de reducir el estrés o la ansiedad, puede ayudarle a mejorar sus relaciones, refrescar sus habilidades tales como, dormir mejor, manejar su peso, adoptar hábitos saludables y ser más efectivos en la consecución de sus metas.
4. Mito: Los terapeutas sólo escuchan. Se ha convertido en un chiste típico eso de «los terapeutas sólo saben escuchar y decir cosas como: «¿Cómo te hace sentir eso?»». Aunque escuchar es una tarea básica del trabajo de terapeuta, los buenos terapeutas también hablan bastante.
Realidad: El trabajo es en conjunto. Esto incluye preguntar aspectos clave, ayudar a plantear las metas personales, y enseñar estrategias y habilidades que le ayudaran a alcanzar sus metas. Su terapeuta debe también pedirle que haga tareas para casa de manera que le ayuden a practicar sus nuevas habilidades.

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